Cronica Gerena-El Garrobo-Ronquillo-Guillena-Gerena

Difícilmente podríamos declararnos hoy la guerra. No había necesidad de abrir los codos mendigando unos metros, de forma furtiva, que a la postre serían minutos en la línea de llegada. Solo éramos dos, y nos tenemos muy vistos, no hacía falta perder la mirada analizando a nuestros adversarios. Normalmente en las salidas con mi amigo Angel, siempre me subo al cajón y siempre segundo, ¡que buen puesto!, no mareemos más la perdiz; somos dos.

La ruta de hoy es novedosa, al menos en su inicio. Nunca he partido desde Gerena. Ceremonial clásico antes de ponernos en marcha atravesando el pueblo y encontrarnos con una larga subida de 12 kms por asfalto que nos llevaría hasta El Garrobo. La carretera muy cómoda, sin tráfico alguno, lo que nos permitía rodar en paralelo mientras cambiábamos impresiones sin forzar demasiado el pistón. Delante nuestra aparecía partido el horizonte en dos, a nuestra derechas amplísimas dehesas y a nuestra izquierda la inmensidad de la arboleda propia de esta zona. En ambos lados se respiraba libertad.

Dejamos el negro alquitrán y tomamos un sendero paralelo a la Nacional que nos llevaría directamente a la Venta del Alto. Que alegría, nos daba el intuir que la versión de la media Fanega tocaba en forma de bajada. Rodamos solos los tres, Angel, yo y el frío que nos acompaño durante el rápido descenso y que despareció en un instante en el nuevo tramo flaquero en ascenso que nos llevó a las puertas de la via verde. El pantano siempre a nuestra izquierda, nos ofrecía de forma gratuita multitud de imágenes dignas de ser plasmadas en los mejores lienzos. Abertura de un par de cancelas para darnos de bruces con la cuesta de Cantarranas. Subíamos con una buena media mientras comparábamos el ritmo con el de la primera vez que haciamos este ascenso. Sin duda el camino a seguir en nuestros entrenamientos estaba siendo medianamente el correcto. La gestión de fuerzas y el pedaleo habían evolucionado desde entonces bastante. Llegada a El Ronquillo muy bien físicamente a sabiendas de haber restado ya bastantes metros al desnivel total de la ruta. Salimos del Municipio, priorizando la ingesta de algo sólido que nos permitiese seguir al mismo compás, sin bajar de la bicicleta. Nuestra nueva meta ahora se fijaba en la cuesta de los Toros, en la que poco antes de llegar a ella nos encontramos con mi amigo Fernando con varios compañeros del club ciclista Los Dolmenes. Unica parada en toda la jornada, para hablar con él durante unos 5-10 minutos. La susodicha cuesta nos esperaba para ser tomada en caída libre hasta la presa, dándonos la oportunidad de restar minutos al crono, antes de subir los dos últimos repechos. Reposición de agua en la Cantina en unos segundos mientras Angel empieza a subir la Culebra. Demasiada ventaja para alguien que está mucho más fuerte que tu y que en momentos así marca rápidamente las diferencias. Desde entonces solo alcancé a verlo desde lejos y con telescopio hasta el cruce del restringido. El camino hasta Guillena, ayudado sin duda por ir picando siempre hacia abajo, fue rapidísimo. Sin tomar un mínimo de precauciones adelantaba a todo el que se cruzaba, y mira que aquello hoy era el día de la bicicleta, que barbaridad de ciclistas haciendo la ruta del agua. Iba tan metido en mi mismo que pasé a Angel que me esperaba en la bifurcación hacia Gerena y me planté en las naves que dan inicio al cordel de la Mujer ya casi en Guillena; ahí me di cuenta que me había pasado. Poco a poco baje revoluciones y saqué el teléfono, para avisar a mi compañero; no fue necesario venía detrás chillando. Ya sin volvernos hacia atrás, atravesamos Guillena y buscamos el famoso camino amarillo de vuelta a Gerena. Se me hizo pesado al final para que engañarnos, su aridez y su poco atractivo no contribuian a hacerlo mas llevadero. En fin, es cuestión de gustos, tengo compañeros a los que les encanta y lo recorren una y otra vez extasiados en un climax total. Dicen que el libro de los gustos está escrito en blanco.
Llegada a Gerena con 75 kms y 1250 metros de desnivel en 3 horas 51 minutos. Sin cambio de ropa y para Sevilla para estar allí poco después del Angellus (muy apropiado).

fenomenal cronica ,un placer rutear contigo ,como te comente igual subimos cantarranas la primera vez que parecia interminable el el sabado que en un plis nos ventilamos los 3,8 klm ,un abrazo la proxima vez mas rapidos

Enhorabuena por la cronica Lancha gracias saludos.