Crónica Piedras Gordas 13-02-2016

Ruta Piedras Gordas, 13 de febrero de 2016

De un tiempo a esta parte, ando a cuestas con reivindicarme como ciclista, por supuesto sin intención alguna, de salir a hombros por ninguna puerta, sea esta, grande, chica, y menos aún trasera. Me tomo cada salida como ensayo de proezas mayores – lease tanto en el apartado deportivo como en el lúdico-. Deambular por el Meridiano que separa el ofrecer un gran espectáculo y estar postergado al último lugar, creo que es mi habitat, de no ser así en ambos extremos, siendo protagonista, me encontraría mal. Prefiero pasar desapercibido, disfrazarme de enigmática figura en medio del pelotón. Ser invisible o mejor transparente.

No hubo primer paso por el “photocall”como corte de la cinta habitual. Teníamos prisa por empezar y los tres que estábamos éramos los que éramos. En nuestro sitio como cada cual está en el suyo. No por que quesiéramos ¿o sí?, mas bien porque te empujen hacía él, aquellos de los que esperas mas. En fin, esto no es así, de esta forma no funcionan las cosas. Es lícito y respetable. Cada oveja con su pareja y cada grupo sustentado con subgrupos, con sus propias normas internas y sobre todo con sus propios medios de comunicación entre sus miembros. ¿Dolido? Si, y cansado también, pero despierto al fin.

Muy decepcionado con las cosas que giran a mi alredor y muy triste con el trato que le dan a alguien por quien daría la vida, sin dudarlo y que me afecta, haciendo que mi cabeza no este solo encima de la bicicleta. No lo merece. Y su tristeza es la mía. Lo paso mal, y la terapia de la bici me alivia, aunque este mundo (el de las dos ruedas), a veces también se convierte en la falsa palmada en la espalda, que tantas veces vemos.

En estas estaba, metido en mi mundo, dispuesto a fulminar de un plumazo lo negativo cuando rodábamos por el camino de Guillena. Calentando piernas nos plantamos en la entrada del Restringido. Rodamos por detrás, buscando la bajada del Culebrín. Eran unos 14 kms. Aproximadamente en constante subida. Dosificando cada uno su esfuerzo, escuchando el silencio de sus palabras. No hacía frio, incluso algunos rayos de sol hacían presagiar un magnífico día. Un nuevo engaño. Tampoco fue así.

Pedaleábamos  los tres, sin un lider que quisiera mostrar su jerarquía, hasta alcanzar nuestro primer pico. No hubo fotos. Sin tregua iniciamos el descenso, había masiva afluencia de ciclistas cruzándose con nosotros. Muchos preparándose la Huelva extreme. Llegada a la Cantina y José Marí percibe el macuto abierto, echando de menos varias cosas, solución: empezar a subir la culebra. Algo más de una cuarta parte de la misma recorrida, y aparece el material perdido. Sin demora, nueva bajada hasta la Presa e inicio de la Cuesta de los toros sin más argumento que intentar recuperar algo el tiempo perdido.

Un ligero “Chiri biri” hacía agradable el pedaleo. Angel y yo subíamos e intentabamos arreglar el país, tan entusiasmados que no nos dimos cuenta de la ausencia de Jose Mari. Habiamos coronado “Los Toros” y no se le veía. Demasiado lejos, algo pasaba. Nos paramos a esperar. Abrahan de los Burritas (¿a que no sabeis que hacia, por allí?. Si, preparándose la Huelva Extreme) nos avisa que tenemos un compañero que  había pinchado. Bajada de la cuesta en su totalidad, hasta la primera curva. Jose Mari tenía un pinchazo (mecánico), hoy no era su día. Arreglo y nueva subida de la mencionada cuesta. El desnivel acumulado empieza a mostrar números considerables y aún queda mucho. La fiesta sigue y nos encaminamos hacia el embalse y contraembalse. Jose Maria mostraba algún síntoma de cansancio, las paradas y su inactividad no le dejaban estar en plenitud, aunque su entrega era encomiable. Diesel como él decía, nos daba permiso para dar pequeños tirones y volver posteriormente a su lado. Llegada a Castilblanco tras cruzarnos con Pece, otro mas preparándose la HUEX y ya van..

Dentro de Castilblanco algún que otro “pa ná” hasta dar con la trialera de las piedras gordas. Siempre subiendo, embarrada, con muchos charcos y piedras pero con una gran belleza. Nos rodea una increible sensación de libertad. Una vez coronada no quedaba más remedio que estrenarnos con las fotos, para que el recuerdo de la ruta no solo sea el intentado describir con el carbón. Bajada desandando el camino hasta Castilblanco donde hicimos una parada para tomar un café que nos hiciera entrar algo en calor. Las ropas estaban caladas de la constante humedad.

Salida del pueblo, siguiendo a un numeroso grupo, comenzando la vuelta en sentido contrario. Angel también se esta preparando,  y no solo una prueba, sino para toda la temporada. Tira a destajo, seguirlo es complicado, aunque se intenta. Los cambios me dan problemas, espero que sea de tantísimo barro como llevaban y me obligan a bajar un par de veces para cambiar a mano. Lo pierdo, no hay quien lo coja. Llegada a la Cuesta de los Toros, donde volvemos a reagruparnos los tres. Cruce con Regino, esté es un misil que está entrenando siempre. Subida de la Presa y la Culebra de nuevo cada uno a su ritmo. El agua que cae toma una considerable fuerza y tiramos sin piedad hasta Guillena. El ritmo, el que cada uno se imponga. Vuelvo a perder de nuevo a Angel y me lio y con mi carencia de sentido de la orientación me meto de nuevo hacia el restringido, haciendo un tonto “pa na” ¿habré ido veces por alli?. Llegada a los coches con todos los objetivos cumplidos menos el del tiempo de la ruta. Los incidentes y la parada del café no estaban previstos, aún así magnifica ruta y una mejor compañía, con la cual no dejo de aprender. 77 kms y casi 1700 metros de desnivel. La semana que viene nos estrenamos en una prueba competitiva este año la V maraton Doñana Natural, sin más pretensiones que tener un primer contacto con las carreras y disfrutar de la misma.

bonita cronica,creo la semana que viene disfrutaremos un poco mas de las arenas que el buyu el año pasado,decir a tu preambulo que espero todo se solucione y si no pues cambiar de aires es una opcion ,un placer haber echo contigo esta mini pretemporada amigo ,esos amaneceres esas charlas en el coche arreglando el pais no tienen precio,por lo demas ya te lo eh dicho muchas veces ,estamos en un mundo de hipocrecia ,me despido como empeze bonita cronica

Lancha amigo estupenda cronica enhorabuena gracias.